A mi hijo...
Sólo por hoy,
en la mañana,
voy a sonreír cuando vea tu rostro
y a reír cuando tenga ganas de llorar.
Sólo por hoy,
en la mañana,
voy a dejarte escoger la ropa que te vas a poner,
voy a sonreír y a decirte que te queda perfecta.
Sólo por hoy,
pediré un día de descanso,
o vacaciones,
para llevarte al parque a jugar.
Sólo por hoy,
al mediodía,
voy a dejar los platos en la cocina
y voy a dejarte que me enseñes
cómo armar ese rompecabezas juntos.
Sólo por hoy,
en la tarde,
voy a desconectar el teléfono
y a apagar la computadora,
para sentarme junto a ti
en el jardín para hacer burbujas de jabón.
Sólo por esta tarde,
no voy a reclamarte ni siquiera a murmurar,
cuando tu grites y llores
cuando pase el carro de los helados,
y voy a salir contigo a comprarte uno.
Sólo por esta tarde,
no voy a preocuparme sobre qué va a ser de ti cuando crezcas
y voy a pensar otra vez en todas las decisiones
que haya hecho acerca de ti.
Sólo por esta tarde,
te dejaré que me ayudes a hornear unas galletas
y no voy a estar detrás de ti tratando de arreglarlas.
Sólo por esta tarde,
te estrecharé en mis brazos y te contaré una historia
acerca de cuando tu naciste
y sobre lo mucho que te quiero.
Sólo por esta noche,
te dejaré salpicar en la tina y no me voy a enojar.
Sólo por esta noche,
te dejaré despierto hasta tarde,
mientras nos sentamos en el balcón
a contar las estrellas.
Sólo por esta noche,
estaré junto a ti por horas
y extrañaré mis programas favoritos de TV.
Sólo por esta noche,
cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras rezas,
simplemente daré gracias a Dios
por el mayor regalo que he recibido।

Voy a pensar en las madres y en los padres
que están ahora buscando a sus hijos extraviados;
las madres y padres que visitan a sus hijos en sus tumbas en lugar de sus camas,
y en las madres y padres

que están en los hospitales mirando sufrir a sus hijos,
gritando por dentro por no poder hacer nada más.
Y cuando te dé un beso de buenas noches
te voy a estrechar un poco más fuerte,
un poco más tiempo.
Así, agradeceré a Dios por ti y no le Pediré nada,
excepto, un día más.
Creo que a veces las mamás y papás
estamos demasiado absorbidos en nuestras rutinas diarias
que olvidamos el hermoso regalo que los niños
SON REALMENTE.
No podemos saber si Dios nos dará un día más.


AUTOR DESCONOCIDO
*+*+*+*+*+*+*++*
El amor a un hijo es siempre tan inmenso
que verlos volar ,
o ver lo rapido que van creciendo
aumenta nuestro temor a verlos sufrir
y hariamos cualquier cosa para evitar que eso suceda
pero debemos entender que es la etapa
que ellos deben de madurar solos,
sin que dejemos de estar alli
por si al tropezar necesitan nuestra mano
para levantarse,
Son hijos de la vida,
aunque siempre serán nuestros
y la mejor manera de demostrarles nuestro amor
es confiando en que sus propios golpes
le daran la ayuda necesaria para madurar
y ser mejores personas
un beso fragante
An@

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito escrito!!! Leerlo emociona mucho.
Bicos
Cris