Quizá hoy me encontré
con ese mar de sentimientos que habitan dentro de mí.
Ellos me han llevado a navegar hacia ti,
a rememorar esas pequeñas grandes cosas
que me iluminaron el alma y en algún instante de mis sueños
me hicieron feliz.
Descubrí que los años van pasando,
pero se que te espero todavía.
¿Será porque no te animas a llegar a mi puerto,
o tal vez no pudiste comprender que este es el mar en el que puedes naufragar
sin temor a perderte porque siempre estaré para conducirte a tu destino?
Lo cierto es que nada a logrado hacer
que ese sueño de tenerte se borre por siempre en mi interior.
Escribo en la soledad de este cuarto que ha atesorado
mis tristezas y alegrías;
este que hoy me sigue viendo en soledad
mientras las horas se van lentas
y el reloj corre agazapado haciéndome notar que se fue otro día más.
Aquí sigo imaginándote,
sin dejar que la desesperanza me gane la batalla del todo.
¿Amanecerá de nuevo?
Yo sigo aquí porque estés donde estés,
tu habitas en mí mientras sigues allí,
tal vez esperando encontrarme.
Sólo hallo silencio,
me mezclo con la brisa,
ansíó que al fin puedas sentir esa caricia que tanto esperabas
y que yo deposité en la alborada
para que la magia del encuentro
se haga presente entre tu Alma y mi Alma
sin que haya necesidad de Palabras.
Es que ya nos esperamos tanto,
tanto,
que sé que al encontrarnos
nos distinguiremos en la magia de una mirada.
©®By Sol Bidegain
Todos Los Derechos Reservados
12 de Enero de 2009
Buenos AiresArgentina